The defence response to infectious agents is compromised in solid organ recipients because of their immunosuppressive treatment. Transmission of infection from a donor organ can result in dysfunction or loss of the allograft, and may lead to death of the recipient if adequate preventive measures are not taken. This potential risk should be thoroughly assessed, particularly in the case of organs from infected donors, in order to optimize organ use without increasing the incidence of graft dysfunction and recipient morbidity and mortality. This article reviews the current knowledge regarding screening for infection in potential donors and discusses risk-benefit considerations related to the use of organs from infected donors.
El tratamiento inmunosupresor que recibe el receptor de un trasplante de órgano sólido dificulta la respuesta defensiva frente a la infección. La transmisión de la misma desde un donante puede provocar la disfunción o pérdida del injerto e, incluso, la muerte del receptor si no se establecen las medidas preventivas oportunas. Este riesgo potencial debe ser evaluado minuciosamente con la intención de optimizar el uso de órganos, especialmente en aquellos casos procedentes de donantes infectados, sin aumentar la disfunción del injerto y la morbimortalidad en el receptor. Este artículo pretende revisar los conocimientos actuales sobre el cribado de las infecciones en los donantes potenciales y discutir la relaciónriesgo-beneficio para usar órganos de donantes infectados.